- La dignidad del ser humano.
- Compromiso con nuestros pacientes.
- Buen gobierno.
Artículo
UN PASO AL FRENTE. LA SALUD LÍQUIDA.
Mucho se habla de la humanización y la innovación. Son las palabra clave, los quid de la cuestión, la isla de Ítaca de tantos gestores, médicos, enfermeras que construyen los sistemas sanitarios. Pero, ¿realmente sabemos qué es y qué conlleva “humanizar e innovar”?
Partimos de la premisa de que nuestro trabajo ya no es sólo curar enfermedades, es recuperar la vida activa de las personas, unas personas que tienen sentimientos, que viven en determinadas condiciones de vida y que llegan condicionadas por un ámbito social. Que tienen determinadas características genéticas y con diferentes cargas emocionales y sociales. Esas personas que se acercan a nosotros son las que denominamos pacientes y ese nombre les hace ostentar el derecho de recibir el mejor servicio sanitario tanto objetivo (perfectamente medible) , como subjetivo (derivado de la sensación percibida al recibir esos servicios). Este sentimiento subjetivo es sobre el que descansa el termino “humanización” y es sobre el cual debemos enfocar nuestras acciones si queremos humanizar nuestros centros.
Pero, ¿qué es humanizar? Humanizar es hacer una realidad más humana, menos dura, menos cruel y hacer un sistema humanizado significa tener organizaciones al servicio de las personas, pensado y concebido para ellas y es que la humanización debe regirlo todo, ya que todo debe de ser humano.
La humanización es gestión, es la planificación del mismo Sistema Sanitario, es la mentalidad de las personas implicadas en la recuperación de la salud de los pacientes, es el funcionamiento de las estructuras asistenciales y es la competencia profesional que se ostenta.
Pero también es un paciente informado y consciente de su padecimiento y un entorno de ese paciente involucrado y enfocado en su recuperación y alivio. El enfermo debe humanizar su padecimiento frente a su entorno y su entorno debe comprender y humanizar la enfermedad.
Profesionalizar las asociaciones de pacientes con el fin de hacer efectiva su participación en nuestro sistema, potenciar la investigación y la formación entre los profesionales socio-sanitarios en el área del humanismo, incluir las humanidades socio-sanitarias en los grados universitarios asociados al tratamiento y trato al paciente, son medidas que pueden hacer de motor de evolución del modelo y del Sistema Sanitario.
Dentro de toda esta amalgama de actores, con objetivos iguales y acciones tan diferentes, debe de emerger la figura del gestor. Un gestor que haga suyos los compromisos que de manera activa nuestras asociaciones queremos impulsar.